A
yer fuimos protagonstas involuntarios en la comparecencia de la Directora del Instituto Vasco de Consumo/Kontsumobide en el Parlamento vasco de Vitoria, que atacó con dureza a la OCU. Se equivocó profundamente en el tiro y defendió intereses que muy poco o nada tenían que ver con los de los consumidores. Vascos o de donde sean. Porque en esto del consumo no reconozco, ni reconocemos, fronteras
E hizo el ataque sin decir verdad.
No entraré en un estéril desmentido punto por punto de lo afirmado ayer por la Directora. Nuestra metodología de trabajo así como nuestra veracidad han sido ampliamente reconocidas, incluso por sentencia del Tribunal Supremo, por lo que carece de sentido empezar este debate.
Sí debo decir que, antes de archivar, precipitadamente a mi juicio, nuestra denuncia, hubiera esperado que por parte de Kontsumobide/Instituto Vasco de Consumo se hubieran puesto en marcha los mecanismos necesarios para comprobar la veracidad de lo que denunciamos, sin recurrir a análisis de parte, cuyos resultados eran, ciertamente, previsibles. Información suficiente tenían ya que la OCU le hizo llegar cuanta documentación solicitó como podemos demostrar fácilmente. En ningún caso, debo decir, se nos solicitó muestra alguna en contra de lo atribuido ayer por los medios a la Directora en su comparecencia.
Y es que ésa era su obligación como Administración Pública que es. Asegurar a los consumidores, vascos o no, que toda la carne etiquetada como de vacuno lo era. Y el argumento falaz de la contaminación cruzada no nos vale porque España es un país en que el consumo de carne de caballo no es habitual. Y para ello la inspección, que debe ser por sorpresa, es fundamental.
Entonces, cuando hicimos la denuncia a raíz de lo que habíamos descubierto en nuestro análisis, sí era el momento. Ahora con el ruido que se ha hecho y los análisis puestos en marcha en Europa es posible que no lo sea tanto. ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Es grave, pues, que la Directora General de Kontsumobide/Instituto Vasco de Consumo haya realizado estas declaraciones faltando a la verdad, desviando el foco hacia nosotros y tratando de defender a determinadas entidades comerciales y no a los consumidores. Pero mucho más grave es que lo haya hecho en el Parlamento Vasco.
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