S
i el buen sentido no lo remedia, la nueva regulación sobre el autoconsumo eléctrico que se pretende aprobar ahora va a tener unas consecuencias demoledoras para los consumidores. Una vez más el gobierno va a legislar olvidándose de los intereses de los consumidores y defendiendo, como al parecer no puede ser de otra forma, los intereses de quienes buscan mejorar la cuenta de resultados (aún más). ¿Tendrá algo que ver el papel que en esas empresas tienen algunos de los "ex" más notables?
Hoy lo recogemos en una nota de prensa. Y lo he comentado ya en este blog. Pese al mucho tiempo que llevamos pidiendo lo contrario, todo parece indicar que la voluntad del gobierno es boicotear de manera consciente la posible producción de energía alternativa (en especial la solar). Y todo ello, a pesar de todo lo que hasta el momento han hecho para promocionar su desarrollo.
Lo que resulta de todo punto incomprensible es la manera cómo se legisla en contra de los consumidores, de ese colectivo que debe aceptar, por mor de una legislación sin sentido (o con un sentido inconfesable, lo que sería peor) pagar al "sistema" por cada kilovatio que produzca y, además, ver cómo no puede utilizar por la noche el exceso que produzca por el día. El hecho de que la norma prohíba los "mix" energéticos, es decir, combinar dos tipos diferentes de tecnologías (la solar y la eólica por ejemplo) deja ya de ser importante. A fin de cuentas los consumidores deberán estar locos para adentrarse en las vías del autoconsumo.
Eufemísticamente, a lo que hay que pagar, no lo llaman lo que en realidad es. Lo llaman "peaje de respaldo". Lo que es peaje lo entendemos bien. Si uno busca, en la Real Academia, el sentido de "respaldo" se encuentra con que significa, en su quinta acepción: "Apoyo, protección, garantía. Vive desahogadamente gracias al respaldo de su familia". Es evidente que resulta imposible encontrar cualquier relación entre el nombre de marras y la realidad. Salvo, ¡claro!, que se refieran al apoyo, la protección y la garantía de la parte de león en esta historia, es decir, de las eléctricas. He señalado también el ejemplo que figura el el Diccionario porque me ha hecho gracia...
Otra explicación, que produce irritación cuando se trata de una energía que ha sido promovida de forma importante, es la que ofrece la ley. El que produce un kilovatio de electricidad se beneficia del respaldo de la red eléctrica a la que está conectado. No se ve que la propia red eléctrica se beneficia también de la electricidad que produce el consumidor. Y el importe del dichoso peaje no será baladí (4 veces más caro que el convencional); no es suficiente con que se pague dos veces por lo mismo (cada uno de nosotros paga ya la potencia contratada en el recibo, curiosamente lo que más sube en esta ocasión) sino que, además, hay que hacerlo de manera que acabe siendo disuasorio. El hecho de que, ahora, una inversión que se podía recuperar en unos 10-12 años, multiplique por 3 el tiempo no parece importar demasiado a los lumbreras que han redactado este Real Decreto. A fin de cuentas el gestor o los gestores de este desaguisado no tendrán problemas para hacer frente a sus consecuencias.
P.D. Os recomiendo el chiste de Manel Fontdevila en eldiario.es. Es gracioso pero expresa una terrible realidad. ¿O no? Lo podéis encontrar en este enlace http://www.eldiario.es/vinetas/energeticos_10_161433856.html
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